Nuevamente me anime a salir con
estos pequeños mostritos que son mis primos y mi hijo, lidiar con uno es difícil
ahora con tres, ya se pueden imaginar; pero bajo la amenaza que si se portan
mal no los vuelvo a sacar a pasear, digamos que si se portan bien jajajaja.
La primera vez que los saque a los
3 fue para las vacaciones donde fuimos a la Biblioteca Municipal en el área del
Cómic donde nos quedamos alrededor de una hora, ya que se pusieron a dibujar,
luego al Parque Seminario, más conocido como el parque las iguanas donde
comimos y luego a subirse a las motos en el Unicentro, de este paseo no tenemos
una foto, pero la pasamos muy bien por eso me motive a salir por segunda vez.
El sitio elegido fue el Cerro Santa
Ana ya que mi hijo decía que nunca había subido y poniéndome a pensar bien era
verdad, yo nunca había subido con él, nos hemos ido de viaje a otras provincias incluso otro
país; pero que casualidad que estando en Guayaquil nunca lo había llevado al
Cerro al menos no a subir los 444 escalones.
Al principio iban corriendo, les
tuve que explicar que si seguían a ese ritmo iban a terminar cansados y que
luego teníamos que bajar, además no se habían tomado las fotos, como todo niño
iban que hablaban y más que todo molestando a Laura diciéndole que como ella es
una garza que vaya volando mejor jajajaja.

Por las fiestas estaban
las Banderas de Guayaquil y Ecuador flameantes, con esa brisa peculiar del Guayas, tuvimos la suerte que
ese día el cielo estaba nublado.

Y al fin llegamos al escalón 444 y
no podía faltar la foto para que quede la constancia de que subieron, finalmente
nos pusimos a comer y en eso vimos a un gringo el cual iba con sus 2 hijos, y
nos llamo la atención ya que andaba con su cochecito de bebe, y la pregunta era
como hizo para subir con ese cochecito, pues bien nos pusimos a observarlo y
nos dimos cuenta de cómo bajo.
Mi primo Juan dice:
-
Yo si tuviera un hijo lo traigo en la espalda.
Laura:
-
Yo lo pongo en un canguro.
Mi hijo Paul:
-
Yo lo cargo en los brazos sin traer ese cochecito.
Me quede admirada de cómo ellos se
las ideaban si tuvieran un hijo como lo subirían, entonces yo les dije: Si
tuviera un hijo esperaría que el camine y suba solo; todos nos pusimos a reír
ya que sin querer eso fue lo que hice con mi hijo, la verdad fue una anécdota que
me queda para toda la vida.
Ya de bajada, pasamos por el Centro
Cultural Libertador Simón Bolívar antiguo Maac Cine, o como una amiga me dijo
dime el Malecón y listo jajaja, pues bien tomamos esta foto que la verdad tenía
miedo de que uno se caiga y termine todo mojado; pero tomaron el riesgo y aquí está
la foto, hasta el próximo paseo.
