Como todos los años para finalizar mis clases me gusta que los estudiantes recuerden que aprendieron hacer crónicas, informes y ensayos, pero con una gran diferencia que no me ponga el nombre de ellos, o que simplemente me escriban todo lo que quisieran contarme, ya sea cosas del Colegio, hogar o que le gustaría ser de grande.
Es increíble leer todos esos trabajos, como estos chicos solo piden que los escuchemos que están llenos de problemas y que no quieren decirlo, a veces como maestros pensamos que tal niño es un chico problema pero no averiguamos por que se comporta así.
Los estudiantes del 8 “A” el mejor curso intelectualmente y su comportamiento, obviamente me dijeron muchas cosas, pero me llamo mucho la atención un trabajo, debido a que me contó los problemas de su casa y que su comportamiento había cambiado con su padre, como la verdad no se de quien se trata simplemente me dirigí a todos en general diciendo que no podemos juzgar a los padres ellos quieren simplemente lo mejor.
Los estudiantes de 8 “B” no tengo una foto de ellos en grupo, pero obviamente que realice este trabajo y en este curso el trabajo que me agrado y de la forma como me contaba las cosas supe que se trataba de una niña y que no era de nuestro país, fui la única maestra que supo en qué condiciones viajo y como vivía aquí. Lo que me gusto de esta niña es la constancia que le puso en sus estudios y en el deporte, como se esforzó en sacar buenas notas y estar en la selección del Guayas en natación.
Los estudiantes de 8 “C” mis queridos niños y lo digo así ya que fui la tutora, la verdad unos me pusieron que yo no les agradaba mucho ya que los regañaba, les hice ver que para mí fueron como unos hijos, yo trataba de aconsejarlos pero claro ellos como son pequeños piensan que uno simplemente los quiere molestar, al final se dieron cuenta de ello que incluso me daban las gracias.
Los estudiantes de 9 “A” para muchos supuestamente mis preferidos ya que había estudiantes destacados, les hice dar cuenta que yo no tenía preferidos que quería el bien para todos, lo que me llamo mucho la atención es que esos estudiantes que no dejan dar la clase a veces, la mayoría me pedían disculpas y me decían que en sus casas no tienen con quien conversar, que ellos se divierten venir a clases ya que están sus amigos.
Los estudiantes de 9 “B” al igual que el A me pidieron disculpa, otros me agradecían por la enseñanza y unos me recomendaban de que debo sonreír y no estar tan seria, yo les explicaba que no puedo reírme como ellos quisieran ya que después no iban a tomar mi clase en serio. Una estudiante me contaba sobre la religión como la madre le exigía ser evangélica otra en cambio me decía que no tenía mucho tiempo para ella que se dedicaba a cuidar a sus hermanos y que no salía.
Hay otras historias que simplemente no las puedo contar, pero a todos les di las gracias por su confianza, por dejarse guiar y de que uno aprende también de ellos. Este año es muy probable y si Dios lo permite podre tener mi Maestría, para mi querida madre quiere que sea ya para poder ir a enseñar a la Universidad, pero todo este tiempo me ha servido para darme cuenta que quiero seguir dando clases en el colegio ya que si no se los motiva ahora, son pocos los que llegaran a la universidad, quiero ser como el siguiente poema.
Sinceramente es un privilegio ser maestro y una tarea muy difícil , el día de entregar libretas, algunos padres de otros cursos me iban a buscar a darme las gracias, me decían "gracias señorita por aguantar a mis hijos y enseñarles", yo simplemente les decía que ese era mi labor, pero para logar esa meta, de que el niño pase de año, siempre hay que trabajar en conjunto, maestro, padres y estudiantes esa es la formula.
Me apasiona mi profesión y me da gusto de ver sus caritas de felicidad de que se van de vacaciones y que pronto vendrán nuevamente a corretear por las canchas a querer que juegue con ellos, y a competir en las carreras 5k, tal vez se debe todo esto a que soy madre y que deseo que también a mi hijo les toque maestros apasionados.
