miércoles, 1 de julio de 2015

No Juzgar

Recientemente fue el día del padre…, se han preguntado cómo es ese día para un niño, cuyos padres están divorciados.

Pues bien, a mí me tocó vivirlo, apenas tenía 8 años, incluso creo que menos, cuando mis padres tomaron rumbos diferentes. 
Recuerdo que en la escuela se hacían los típicos recuerdos para ese día, pero yo nunca los entregué; el tiempo fue pasando y a los 18 años mi mami me preguntó: ¿Por qué  odias a tu padre? Le contesté que no lo odiaba, pero tampoco sentía amor.

Ella me dijo que siendo ella la que le toco aguantar esas malas experiencias no odiaba ni sentía rencor; yo tampoco debía sentir esas cosas y que no juzgue.
Fue ese día que comprendí muchas cosas y deje cualquier sentimiento malo atrás, gracias a mi querida madre que siempre ha estado incondicionalmente para mí.

Ahora que tengo 33 años, y que festejamos el Día del Padre en el colegio, vi a esos niños a lado de sus padres felices, y recordé al mío que tenía casi un año sin verlo debido a que cuando lo iba a buscar nunca estaba.







El sábado, un día antes de la celebración al padre, le dije a mi esposo que por favor me llevara, y en el carro iba como una niña chiquita cruzando los dedos para que se encontrara. Y ahí estaba para mi suerte, pude abrazarlo y desearle un feliz día, pero no fui la única, mi hijo, es decir, su nieto también lo abrazó y le dijo que tenía que ir a la iglesia.
Ya en mi casa sentía una paz y recordé que en el libro de Deepak Chopra dice que hay que practicar el hábito de no juzgar; ¡y quién diría que justo  eso mi mami me enseñó varios años atrás!


Indistintamente de cómo hayan sido sus padres, no podemos juzgarlos, la verdad es que no hay un manual para ser padres y que es difícil serlo. Para aquellos que tienen juntos a sus padres y para aquellos que no, lo importante es no juzgarlos y siempre estar agarrados de la mano de Dios…