Después de tanto tiempo vuelvo
a escribir, se puede decir, que me tomé unas vacaciones, pero en realidad
fueron otras las circunstancias que me alejaron del blog; pero de eso más adelante
escribiré.
Este año decidí disfrazarme de
bruja debido a los relatos de terror que tenía programado con mis estudiantes
de octavo.
Lo primero que escuché fueron
quejas de mis ex estudiantes de que con ellos no me disfracé, a lo que contesté
que cada año innovo recursos de clases.
Ya con los chicos de octavo
nos entretuvimos mucho con las dramatizaciones de “Cantuña”, “La dama tapada”
entre otras.
Es emocionante ver como de
esta forma también se aprende las leyendas, y sigue la tradición de contar
historias de espanto y ver a los chicos disfrazados y que hacen su mejor
esfuerzo, el resultado es fantástico.